Abel Martínez pasó el rolo en la contienda interna del PLD. Mucho a poco. Pela de calzón quitao como antes le gustaba decir a los morados.
Sí, fue sorpresa que ganara tanto a tan poco: sacó 3 veces más votos que el segundo aspirante. Terminó con un 60%. Los otros cuatro candidatos, con todos sus votos juntos, llegan apenas a 40%.
Y sí, también fue sorpresa que Margarita Cedeño quedara en tercer lugar. Sobre todo porque las últimas semanas se planteaba en medios de comunicación que la lucha era entre ella y Abel. Y no. Ni cerca. Al final solo llegó al 15% de los votos.
Con un resultado tan amplio y claro, Margarita decidió no ir a levantarle la mano a Abel. Sí lo hizo Domínguez Brito, que ya lo había hecho en el 2012 con Danilo; también Karen Ricardo y Maritza Hernández.
Margarita no fue pero sí le escribió un tuit, mencionándolo por nombre y apellido, y dijo Abel que lo llamó y felicitó.
A todo esto se caen unos relatos grandísimos que vivían metiéndole miedo a todo el vivo: que Margarita era la dueña de las encuestas, que donde sea que la medían, ganaba. Que contra quien sea que la midieran ganaba. La podían medir hasta con Jesucristo y era vencedora.
Este proceso puede que muestre la necesidad de hacer carrera política, pero de verdad. De ir a unas elecciones como candidato a regidor, a diputado. De conocer a los compañeros de la base de a de veras. Y ganar. Y repostularse y volver a ganar. De tocar la puerta de la gente y hablar con ella.
Y también puede que este proceso derrumbe la idea de que Danilo Medina era amo y señor del partido. El dueño que imponía candidatos. Ya antes, hace unos meses, cuando fueron a elegir el secretario general, que se decía su favorito era Bichara, o Navarro, sorprendió Charlie Mariotti. Bueno, Charlie siempre ha sido de Danilo. Pero la gente en el comité central se ufanó en proclamar una rebelión de los sargentos.
Lo cierto es que hacía rato que el PLD no iba a consulta interna de forma libre. Sin ataduras de presupuestos del Estado. Ay… si esas elecciones libres y abiertas se produjeran para elegir las autoridades del partido: todos los miembros del comité central, del político, el secretario general, el presidente…
Esta fue la primera vez en mucho tiempo que el PLD realizó unas elecciones sin el presupuesto del Estado detrás. Esta vez no existió la abundante logística para mover a los compañeros a las urnas.
Lo cierto es que las bases del PLD hablaron fuerte y claro. Y uno espera que toda su dirección así lo escuche.
Según las estimaciones de voto terminarían cerca del medio millón de votos. No por encima, como tenían previsto y como dijeron que habían logrado.
En las elecciones abiertas del 2019 el PLD registró el voto de 1.8 millones de personas. Esa fue la contienda de Leonel contra Gonzalo. Usted decide si los votos de ahora son muchos, o si son pocos.
Pero aquí hay datos para todos, no se siente a celebrar si es del PRM: en el 2019 en la convención del hoy partido de gobierno votaron poco más de 370 mil personas.
Pero claro, las dos contiendas del PLD han sido semi abiertas, donde pueden votar los inscritos en el padrón del PLD y también todo el vivo que ni figure en padrón alguno de otro partido político. Y en cambio la del PRM fue cerrada, solo con los miembros de ese partido político.
El reto de los morados es unirse realmente. Que toda su estructura política crea en el proyecto presidencial de Abel y que la gente no siga yéndose con Leonel y la Fuerza del Pueblo.
Lo cierto que es el triunfo de Abel ha evitado otro quiebre en el PLD y ayuda a recomponer un poco el escenario político dominicano.
Veamos cuánto tiempo le dura al PLD.
Mientras tanto está Abel como candidato. Un hombre que suele hablar más duro cuando ve unos haitianos cerca.
Con Abinader construyendo el muro con Haití, y hablando todos los días de la necesidad de ayuda internacional, habrá que ver qué plantea Abel con este tema, que desde hace años ha sido su punta de lanza.
Lo más lógico, conociendo un poco al personaje, es que traiga un discurso más agrio de lo que hemos visto hasta ahora. Y eso será raro porque no se nos termina de olvidar que el PLD, en sus inicios, estaba más cerca de la izquierda que de la derecha.
Y si hay algún lugar donde Abel se siente cómodo de verdad es bateando a la derecha. Eso de batear para los dos lados no se le da. Lo suyo es a la derecha y contra los pitchers zurdos.
Si uno se pone a ver tendremos a Leonel como candidato, a Abinader y a Abel Martínez. De progresistas o liberales, hay poco. Quizá sea un buen momento para que surja algún zurdo y tome un turno, aunque sea de emergente.
Ay, espérense, antes de irme… les traigo un chiste buenísimo.
Ustedes no saben que Alianza País, el partido de Guillermo Moreno, salió a criticar las elecciones del PLD dizque porque fue poca gente, dizque que fueron pírricas en participación.
Pero señor, pero señor… No, pero señor. ¿De verdad? ¿A cuántas primarias ha ido usted? ¿Contra quién usted ha competido dentro de su partido? Pero señores, las ganas de sonar en redes sociales están volviendo locas a muchas personas…